Elena se lo está pensando; pero no tardará mucho en levantarse y dirigirse a su habitación.


Jenny, recoge y organiza el material que tendrá que utilizar el próximo lunes.



Jenny está animando para que los abueletes participen. ¡Toma que dale!
Al igual que los parasoles, no pudieron resistir la fuerza de un viento de casi 200 km/h, según dijeron los medios de comunicación.
La puerta principal de acceso al edificio, una puerta de apertura automática totalmente acristalada, pandeaba debido a la fuerza del viento.
Juanito colocó su sillón tocando a la propia puerta con el fin de evitar que, doblándose tanto, llegara a romper.
Al final decidimos dejarla abierta toda la mañana hasta que aflojó el viento."Si no puedes con tu enemigo, únete a él"
El huerto también sufrió las consecuencias de esta ventada. No sufras Paco que no ha habido grandes daños y comeremos fresas este año.
Y después de la tormenta viene la calma...
Pues a seguir.